EVER READY HARTON IN BURIED TREASURE (1929)

Es posible que la existencia de este corto de animación no haga demasiada gracia a todo el mundo, por ejemplo a Sarah Palin y sus amigas las “madre tigre” del Tea Party, máxime al conocer que en él estuvieron involucrados de una forma u otra los muy norteamericanos creadores de Betty Boop, El Pájaro Loco y El Capitán Nemo, además de, al parecer, gente de la Disney, pero desde su recuperación en los festivales de cine de San Francisco (¿dónde si no iba a ser?) y su inclusión en la cinta recopilatoria “The Good Old Naughty Days” su popularidad en internet al margen del circuito típicamente X ha sido imparable. Podrá resultarles vulgar en sus planteamientos y pedestre en su ejecución (otros lo calificaríamos de “encantador”), con el agravante de emplear un vehículo tradicionalmente infantil para tocar, a medida que avanza, casi todos los palos (masturbación, sodomía, zoofilia, lactancia erótica, enfermedades venéreas –en inglés “crabs” significa por igual “cangrejos” y “ladillas”-, etc.), sin embargo, quien más o quien menos, todos nos hemos sentido en alguna ocasión como el pobre Eveready Harton, seguro que incluso Christine O’Donell y la propia Palin, demonios, ¡seguro que incluso el Santo Padre!, y además, ¿quién es capaz de detener la difusión de un chiste? ¡Ni siquiera los nazis pudieron hacerlo!

Hoy se sabe que nació como una broma para homenajear al pionero de la animación Winsor McCay en su cumpleaños (McCay fallecería no mucho después) y que tres diferentes estudios neoyorkinos trabajaron en él de forma independiente, a saber: el de Max Fleischer (¡asqueroso judío!), los Van Beuren Aseop Fables Studios de Paul Terry y el responsable de las tiras cómicas de Mutt and Jeff, que pasan por ser las primeras en haber sido publicadas en forma de daily strips.

De acuerdo con la leyenda, “Eveready Harton in Buried Treasure” se reveló en Cuba ante la displicencia de los laboratorios norteamericanos, y su estreno (privado) congregó a parte de la flor y nata de los profesionales de la animación: George Stallings (Disney), George Canata, el mexicano Rudy Zamora (“Los Pitufos”) y Walter Lantz (“Oswald el Conejo Afortunado”, “Andy Panda”), también responsables del corto según otras fuentes, y es de suponer que Fleischer y Paul Terry, un evento al que se refirió en cierta ocasión el animador de Disney Ward Kimball, con el que nos despedimos por hoy (¡no olviden supervitaminarse y mineralizarse, amigos!):

“Ninguno de ellos había visto realmente el resultado de su trabajo hasta la noche del gran show, ya que habían operado por separado. Pero un par de tipos que estuvieron allí me comentaron luego que el techo del hotel casi se viene abajo a causa de las risas”

*Deadicated to Lux Interior, we don’t forget you!

Más info: Karl F. Cohen, “Censored Cartoons & Blacklisted Animators in America”

2 comentarios:

Sap dijo...

:-DDDD
Imagino este cartoon en una sesión cinematográfica ofrecida por Hearst a sus invitados: Chaplin, Fairbanks, Fitzgerald... y un grupo de sofisticadas flappers.
Gracias.
(Ya tengo instalado el programa para ver el docu Berlin Cabaret... ojalá pueda conseguir alguna artimaña para descargarlo en el pendrive y verlo en la tele de casa.)

SUPPORT ANIMAL LIBERATION FRONT dijo...

Sap, yo descargué el documental desde la web de veoh, una vez registrado te da la opción download...

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