¿Por qué será que el Londres asolado por las bombas parece más acogedor, más familiar, más amable que cualquier otra ciudad? Como si la guerra allí se desarrollara siempre en clave de noticiario cinematográfico. Lo mismo es que la población no parece histérica, que siempre conserva las formas. Ventajas de la flema británica, supongo.
Creo que sé a lo que te refieres pero no sé porqué es así y si tiene relación con el carácter inglés (eso que tienen en común Churchill y Wilde, Doyle y H.G. Wells). Por ser una isla o por latitud allí el cielo parece estar más cerca de la tierra y los crepúsculos, como decía Chesterton, a veces te rozan la cara. Lo cierto es que las catástrofes cinematográficas ambientadas en Londres tienen un sabor especial.
2 comentarios:
¿Por qué será que el Londres asolado por las bombas parece más acogedor, más familiar, más amable que cualquier otra ciudad? Como si la guerra allí se desarrollara siempre en clave de noticiario cinematográfico. Lo mismo es que la población no parece histérica, que siempre conserva las formas. Ventajas de la flema británica, supongo.
Creo que sé a lo que te refieres pero no sé porqué es así y si tiene relación con el carácter inglés (eso que tienen en común Churchill y Wilde, Doyle y H.G. Wells). Por ser una isla o por latitud allí el cielo parece estar más cerca de la tierra y los crepúsculos, como decía Chesterton, a veces te rozan la cara. Lo cierto es que las catástrofes cinematográficas ambientadas en Londres tienen un sabor especial.
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