FREAKS, GEEKS Y CHICAS EXTRAÑAS

«Es reconfortante pensar que eres normal, y todavía lo es más saber que puedes mantener a raya a los demonios, dado que haber nacido humano lleva siempre aparejado un precio –una biografía que no elegimos, un carácter, un destino, y lo inesperado que nos aguarda. Por otro lado, estate tranquilo, nunca te faltarán tus freaks, geeks y chicas extrañas.

Estas expresiones del lenguaje, usadas sin pudor en el pasado, conceptualizan las actitudes sociales frente a "cosas y mayormente seres humanos reales, exhibidos para provocar la sorpresa, la repugnancia, y/o las risas de los observadores”. Observadores que por supuesto se veían a sí mismos como normales y que, de hecho, hubiesen recibido con sorpresa cualquier insinuación en contrario. Palabras como freaks y geeks son hoy tabú. No se nos permite aplicarlas a determinadas personas aunque no por ello han desaparecido de nuestro vocabulario. El arte visual ha podido sin embargo eludir estas constricciones del lenguaje, plasmando sin disimulo las tendencias culturales ocultas a cada momento de la historia. Una de estas, los carteles de las barracas de feria, revela el esplendoroso y extravagante panorama de esta América de freaks y geeks, por no mencionar el fenómeno de las "chicas extrañas". Una mirada desde nuestro presente a estos carteles permite también girarnos, observar a esos otros, los que miraban.

Hoy en día los carteles de barraca de feria ya no necesitan cumplir la misión que se les encomendaba –promocionar y vender su mercancía–, pero este género de representación ha resurgido de sus cenizas en un nuevo contexto, vacilante ahora bajo la nueva carpa del arte folklórico/popular, huérfano de pretextos. Por eso, aunque leas esto en un libro de vocación arty, presumiblemente bonito, es importante señalar que no siempre fueron concebidos bajo estos términos. Surgieron como propaganda barata: colgados y azotados por el viento, su objeto era ganarse el pan, y una vez disuelta la feria, una vez el espectáculo echaba el cerrojo, se convertían instantáneamente en algo inútil y obsoleto (a no ser que fueran reciclados para otros shows), volviendo a su estado original: la de simples lonas con que limpiar el aceite de los camiones y caravanas, trapos y nada más.

Cuando estas atracciones de feria evolucionaron más allá de su forma tradicional, y parques de atracciones como el Chicago's Riverview cerraron (en 1967), incontables carteles se sumaron al infinito almacén de objetos defenestrados por la historia, esperando ser redescubiertos. Y sucedió al cabo lo previsible: un puñado de artistas y unos pocos coleccionistas y anticuarios comenzaron a gravitar sobre ellos, fascinados por su poder visual y conceptual, reconociéndoles un aspecto esencial en la pintura norteamericana que había sido despreciado por los especialistas en Arte con mayúsculas.

Los carteles de ferias de freaks documentan un hecho de nuestra cultura sobre el que preferiríamos no reflexionar: multitudes de seres humanos se agolpaban como enjambres de moscas y pagaban para poder ver a estos freaks –aberraciones de la naturaleza y de la sociedad–, y disfrutaban de estas representaciones de lo grotesco, reales y a veces fingidas. Los side-shows también enseñaban a la gente cosas que normalmente no tenían ocasión de ver, con coartadas eróticas o exóticas (generalmente, negros del sur), animales traídos de tierras lejanas, criaturas híbridas, seres humanos tatuados de la cabeza a los pies, ofreciendo una suerte de "educativo museo de variedades", como siempre, instalado en las afueras y lindes de los pueblos. Luego llegarían los estadios y arenas, los promotores avispados que hicieron las cosas a lo grande, permitiendo el encuentro cara a cara con la realidad humana en su versión más retorcida; rarezas increíbles que estimulaban las áreas más ocultas de la psique. La compasión y la etiqueta podían dejarse junto con el abrigo, en la entrada».

 

Freaks, Geeks and Strange Girls: Sideshow Banners of the Great American Midway,  by Randy Johnson, Jim Secreto & Teddy Varndell  LAST GASP BOOKS

 

5 comentarios:

miquel zueras dijo...

Buen post y fantásticos carteles. Te felicito por el diseño de tu blog. Estamos ahora en contacto. Saludos. Borgo.

elian dijo...

Sin duda el pasado siempre estará conectado con el presente de maneras varias; la valoración de estos "conectores" (carteles) de los tiempos están, sin discusión alguna, fuera del conocimiento mundial, aunque los conceptos ahí representados sean los de hoy en "moda".

Me hace reflexionar su artículo, sin embargo, con mi mente de restauradora, de estos objetos que conectan lo pasado con el presente, el inusual e insípido pensamiento que pudo haber estado en el pasado al momento de elaborar ésta clase de medios de difusión de entrenimiento y personajes, que dan a conocer la más próxima vida de los rutinarios disociados que trabajan y acuidían a estos lugares. Los retratos de las autoridades burguesas, eclesiásticas y castas, no son las únicos entes que participaban en el desarrollo de la vida de la humanidad, con esto recuerdo algunas representaciones menos "expuestas" por sus valores pictóricos que por su carga social comunicativa.

Quizá la reflexión sea un tanto lejana a lo que deseo invertirle tiempo, pero me estimula a divagar su blog, se le agradece de antemano.

elian dijo...

Seguí viendo su blog y me encontré con unas fotografías Aintique Erotica, y quisiera compartirle unas fotográfías que tengo relacionadas con ellas, las pondré en mi blog para que pueda tenerlas.

SUPPORT ANIMAL LIBERATION FRONT dijo...

Saludos Miquel. A por Bram Stoker!

SUPPORT ANIMAL LIBERATION FRONT dijo...

Divagar es lo mejor. Gracias a ti por pasarte por aquí

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